sábado, 12 de diciembre de 2015

Pasó en...2008: "WALL-E"

En 2008 se estrenó "WALL-E", una película de animación futurista que se centra en la vida en la Tierra, o la recuperación de la misma, ya que debido a la basura los humanos tuvieron que abandonarla debido a la contaminación. Unos robots son los encargados de dar con la clave para que la raza humana pueda volver.

"WALL-E" es otra de esas maravillas de Pixar que muchas veces puede pasar desapercibida de entre tanta obra maestra en el muestrario que ofrece el estudio. "WALL-E" no tiene esos diálogos que memorizar para toda la vida, o esas historias que te llevan a recordar tu infancia y dar volteretas en la memoria de la niñez.


"WALL-E" es probablemente una de las películas más difíciles de todas las que Pixar ha creado. De entender, de crear, de hacer entender, de transmitir. Porque "WALL-E" es una película que lanza un mensaje muy crítico a la sociedad actual en cuanto a su forma de afrontar la vida y el uso de la tecnología. Dejar todo de lado en favor del sedentarismo, pues las máquinas se encargan cada vez más de todo. Las relaciones dejan de ser personales para ser interactivas y frías. El esfuerzo no es necesario para trabajar. Todo se mecaniza. Además, se lanza el mensaje del abandono del medio ambiente y las consecuencias de ello.


"WALL-E" busca lanzar un mensaje de atención y abrir una puerta a la esperanza y al dar un paso adelante para recuperar la vida con nuestro esfuerzo. Dar un paso adelante y no conformarse, ya sea para las relaciones o para hacer lo que se cree correcto.


El inicio de la película es algo lento, puesto que la idea es difícil de vender y para los que no sepan bien de antemano de que trata la película pueden ser unos minutos algo extraños. Pero si hay alguien que se ha ganado el beneficio de la duda es Pixar, ya que la peor de sus películas sería un éxito y obra maestra según los estándares de otros estudios cinematográficos (y no solo de animación).


Los dos protagonistas principales, los robots Wall-E y EVA, no hablan. Solo dicen sus nombres, con lo cual rizan el rizo de complicar el transmitir mensajes y sentimientos. Los directores y animadores consiguen sin embargo que el público disfrute sin esfuerzo del lenguaje no verbal y las entonaciones. Que todo cuente. Que la comunicación sea total, no solo transmitiendo lo que se dice sino lo que se quiere decir.


Con tres fases bien diferenciadas, la película lleva con mano de seda las transiciones mientras va mandando mensajes al espectador. Una película llena de esperanza, una de las películas más infravaloradas y olvidadas de Pixar en estos años. Una obra maestra de la animación y el cine en general.


Nota: 9.5

Rotten Tomatoes --> 96%

Luis P.
Portátil
12/12/2008
Toma 316


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