El segundo capítulo de la temporada de "Gotham" ha sido sorprendente. Han pasado muchas cosas, pero la más inquietante es que el capítulo es bueno y deja con ganas de ver el siguiente, algo que se podría considerar una novedad dentro de la trayectoria de esta serie.
La sensación es que el capítulo sale ganando porque han demostrado que no todo saldrá siempre bien. Y para ello han matado gente. Es la mejor manera de conseguir que una serie avance, que se tenga sensación de peligro y que cualquier cosa puede pasarle a cualquiera. Para ello, tras intentan meterle fuego a un autobús lleno de animadoras, han asaltado la comisaria y matado casi a la totalidad de los policías en el interior incluyendo a la recién nombrada comisaria, un personaje relativamente nuevo y que nadie esperaba que tuviera este final tan pronto.
El resto de tramas no han tenido cabida salvo dos. Bruce Wayne sigue investigando y desarrollando su relación con Alfred, a la que ahora hay que añadir a Lucius Fox después de una conversación con un buen dialogo de guión, algo que tampoco ha sido muy habitual hasta ahora en la serie. La otra trama que ha tenido lugar es la del Acertijo porque el señor Nygma sigue avanzando en su locura mientras se va acercando a la señorita Kringle, y la naturaleza del personaje hace que no podamos esperar nada bueno de esa relación.
Por fin "Gotham" consigue incluir en la percepción de la gente sobre su serie el concepto de esperar algo bueno de ella. Poco a poco, puede que este segundo capítulo sea el principio de algo interesante para la segunda temporada. O simplemente un espejismo, como hemos visto tantas veces en otros tantos casos.
Luis P.
Portátil
06/10/2015
Toma 290
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