"True Detective" en mi opinión es una serie sobrevalorada. Su primera temporada se considera casi una obra maestra, pero no puedes elevar a esa categoría a una serie que solo sobresale por su cinematografía e interpretaciones del protagonista.
Planos y escenarios brillantes para una historia bastante difícil de seguir y comprender por momentos. Actuaciones plagadas de diálogos complicados y existenciales que hicieron las delicias de los críticos más modernos, deseosos de encumbrar a un producto bueno y diferentes, creando una tendencia entre los jóvenes.
La segunda temporada de "True Detective" cambia por completo de reparto y de historia. Como una miniserie distinta bajo el mismo nombre para conservar a la audiencia. Los protagonistas ahora son Colin Farrell, actor demasiado infravalorado y demasiado conocido por dar problemas fuera de pantalla; Rachel McAdams, por fin cambiando de registro y saliendo de las películas románticas; Vince Vaughn, haciendo lo propio pero esta vez con el género de la comedia; y Taylor Kitsch, inexpresivo actor que quisieron convertir en estrella de cine antes de que aprendiera a actuar.
La historia de la segunda temporada nos traslada a Los Ángeles y sus alrededores, volviendo a hacer gala de que los escenarios y los planos volverán a destacar dentro del conjunto de la serie. Maravillosas vistas de la ciudad y de los protagonistas destacan, estando dirigido el primer episodio por Justin Lin (A Todo Gas 3-6). Esta vez los directores irán cambiando durante los capítulos, estando todos escritos de nuevo por Nic Pizzolatto.
La trama no parece tan compleja esta vez, siendo la protagonista la corrupción y el poder. Colin Farrell, Rachel McAdams y Kitsch interpretan a tres policías de tres cuerpos distintos con tres historias de fondo cada una más dura. El público sigue esperando que algún día los protagonistas de una serie no sea gente traumatizada por su pasado, o al menos no todos sus integrantes.
Vince Vaughn es la cabeza visible del bando criminal, un tipo duro en apariencia y tranquilo que busca su máximo bienestar.
Como primer capítulo, se centran demasiado en presentar a los personajes y poco en desarrollar algo de la historia para dejarte con ganas. La sensación al acabar de verlo es que ahora es cuando empieza la serie, y esto ha sido solo una previa.
Hay que ver como evoluciona, ya que esta vez la historia parece que promete bastante más capas dentro de los personajes a pesar de estar tan rebuscados como los de la primera temporada. Esperemos que no caigan en el tópico de hacer que los personajes estén al final relacionados entre ellos previamente.
A destacar en lo positivo la actuación de Colin Farrell, que puede que vuelva al estrellato pronto si la crítica de esta serie hace con el lo mismo que hicieron con Matthew McConaughey, y en lo negativo a un Taylor Kitsch que pierde a veces el tiempo intentando hacer como que actúa y destrozando películas de presupuestos multimillonarios y que estaría mejor dando alguna clase de interpretación para poder salir dignamente de casa.
Nota: 6.5
Rotten Tomatoes --> 75%
Luis P.
Portátil
29/06/2015
Toma 176
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